miércoles, 9 de julio de 2008

SAD3 Premio Nobel de la Paz ¿Por qué no?-

PREMIO NOBEL DE LA PAZ ¿POR QUÉ NO?
Por. Luz Dary Echeverry Serrato
Michelle Bachelet propuso nominar a Ingrid para recibir el Premio Nobel de la Paz.
Sí el “príncipe azul” que ocupó la presidencia de Colombia en aquellos oscuros tiempos del “Caguán” y de la silla vacía, que “tiro fijo” nunca ocupó; en lugar de gobernar el país, se dedicó a visitar el mundo para autopromocionarse a la nominación del Premio Nobel de la Paz. ¿Por qué a tantas personas ha escandalizado la propuesta de la presidenta chilena?
El modelo económico – la globalización – a través de sus redes informáticas, el neoliberalismo, el “unanismo”, el “totalitarismo” se encargan de construir íconos a diario; por ejemplo: iba a titular el artículo de hoy Rapunzel a la Colombié. Sin embargo, ya otro se había adelantado con la analogía. El cuento de los hermanos Greem es un llamado vísceral de lucha, libertad y amor, entonces, Ingrid puede representar a Rapunzel que desde su infancia y durante su adolescencia fue secuestrada por una bruja. Rapunzeles son todos los colombianos y colombianas secuestradas en el país y en cualquier lugar del mundo. Sin embargo, aquí la cantidad de personas encadenadas desborda los límites de la imaginación.
Ingrid se convirtió en un ícono. Los países latinoamericanos heredamos la iconolatría. Adoramos imágenes que se convierten en objetos sagrados; cruces, santos (nada de propaganda al ministro ni al opacado vice), fotografías, símbolos, pulseras; las personas que registran buen casting: Marulandas, Reyes, Trinidades, Castaños, Mancusos. Hasta “jabones” y “chupetas”.
Uribe, Bush, Chávez, Sarkozy -Presidentes- que se convirtieron en imágenes mediáticas; en símbolos del bien o del mal; despiertan pasiones, odios, amores, abyecciones, fanatismos.
Ingrid, ícono de Libertad, después de seis años de secuestro, en la última prueba de supervivencia y por lo que contaban, los que se fugaron o fueron liberados, era una irreverente, aún en las condiciones más adversas de la cárcel de púas en la que los tenían como animales.
Los estadounidenses, Luis Eladio y otros, también se quedaron callados frente a las cámaras que los filmaban para las anheladas pruebas que las familias y demás colombianos esperaban. Sin embargo, en millones de oídos retumbarán en el recuerdo las palabras del militar secuestrado: “Nos tienen encadenados de noche, de día…”
¿Cuándo conocerá el mundo los pasos del viacrucis de los once diputados asesinados, del militar que fue ejecutado con su mascota, de cientos de secuestrados que murieron sin estrenar libertad?
La relación de Ingrid con Rapunzel no fue por el significado de Libertad del cuento de hadas, sino por la TRENZA; parece que Ingrid estuviera dispuesta a lucirla como la evidencia del abandono y del inhumano trato que recibió encadenada, igual usa una manilla artesanal de botones hecha por ella en la selva; pero existen tantas posibilidades de significados, como palabras hay.
La trenza: teje tres gadejos de cabello, los tres villanos entrelazados por el mismo “polvo” que se han ensañado en empobrecer y oscurecer nuestro amado país: guerrillas, paramilitares y narcotráfico.
Estoy de acuerdo con que Ingrid reciba el premio Nobel de la Paz; pero en nombre del país, que el premio Nobel de la Paz se le entregue al país que pone la sangre para que otros se enriquezcan.
Que se lo entreguen a los cuarenta y cuatro millones de colombianos y colombianas que estos “gadejos” han aterrorizado, empobrecido, torturado, desaparecido, secuestrado.
Que todos los valores que el premio significan sean invertidos en la REPARACIÓN SOCIAL, en la liberación de los secuestrados, el retorno de los desplazados a sus tierras de origen; al cultivo natural de alimentos que nuestra rica tierra da con la siembra perseverante de los campesinos y no la inmediatista de los magnates de transgénicos y biocombustibles.
Que se invierta en la concertación, el diálogo, el derecho a disentir y respetar las diferencias; que todos los Cepedas, Bejaranos, Zuletas, Coroneles, Duzanes, Molanos puedan opinar sin ser demandados, vilipendiados o calumniados.
Que se invierta en fortalecer la ética, la moral, la ciudadanía; en erradicar no los cultivos de coca con glifosato cancerígeno sino la cultura del enriquecimiento ílicito e inmediato.
Que se invierta en las oportunidades para los jóvenes bachilleres; en hacer de nuestro país, un país libre de gadejos, de eslabones, de taras sociales, motosierras.
Que en nuestro país sean primero la Educación, el alfabetismo, el alfabetismo digital, la salud y No Las Armas. Qué Colombia sea un país como dijo el primer premio Nobel: “Al alcance de los niños”, agrego, y de las niñas, nada de @s indefinidas.
Cali, 7 de julio de 2008

1 comentario:

Maribel Clavijo dijo...

Me emocionó este artículo... Ingrid Betancourt ha sido un símbolo para que nuestro país luche por la liberación de tantos secuestrados, la operación jaque fue todo un éxito ojalá no nos desilusionen en un futuro mostrándonos que esto fue alguna farsa, pero pienso que le han dado mucha relevancia a la personalidad de Ingrid es una mujer como tantas en nuestro país imponente, luchadora, guerrera, madre, esposa pero no tan soberbias como ella, al fin su secuestro fue algo pronosticado y a ella no le importó... estaba tan segura que nuestro Colombia lucharía por rescatarla? si no hubiera sido secuestrada, seríamos todos tan concientes del sufrimiento por el que pasan las familias de este abominable crimen? No lo he vivido pero estoy de acuerdo con los rescates... no es peor imaginar los vejámenes que estos desadaptados pudieran ocasionarles a sus rehenes?
Es nuestro país entero quien merece el premio nobel de la paz, es mas lo merecen las familias, que tanto han sufrido con la pérdida de la libertad de sus seres queridos, "libertad" algo que nos debería pertenecer por derecho propio pero que solo en nosotros se volvió paisaje.
Amplio la frase de nuestro Garcia Marquez "Por el país próspero y justo que soñamos: al alcance de los niños"