miércoles, 9 de julio de 2008

Estética y ciudad

ESTÉTICA Y CIUDAD

“Cuerpo y Pedagogía: Estéticas para habitar la ciudad” ( Fernando Vidal Medina)


Los avances tecnológicos y la nueva concepción del conocimiento como capital en su expresión económica y cultural obligan al ser humano a vivir rápidamente sin abrir espacios para la reflexión y el acercamiento mismo como personas.

En este sentido, somos seres que seguimos modelos culturales impuestos e indefinidos, rendimos culto al cuerpo y nos convertimos en efebofílicos, resistiéndonos cada vez más a envejecer o tan siquiera a aceptar con naturalidad y madurez nuestra edad cronológica.

Sin duda, la televisión, internet, entre otros, sugieren estereotipos culturales que enaltecen la tendencia a la bulimia, la anorexia, la drogadicción y la promiscuidad; cabe anotar que implícita en la tecnología per se , también se encuentra el desarrollo, mas como otra forma; para el caso de nuestro país; promover los infopobres o el analfabetismo digital que abre más el agujero cultural del atraso.

Adoptamos otras personalidades más superficiales, en las cuales el tiempo para encontrarnos a nosotros mismos y ejercitar la alteridad es mínimo. Así, las distancias sociales son tan grandes que los pobres, además de serlo, parecen más pobres, y los ricos, igual. Y de esta manera, lo estamos reflejando en nuestra ciudad, donde el lujo en hoteles y edificios contrastan con la miseria que se ve debajo de los puentes de las principales avenidas, en los cuales han improvisado su habitat los indigentes, sin quedarse atrás las múltiples formas de rebuscarse la vida que han encontrado niños (as) y adultos (as) en los semáforos de la ciudad. Esa realidad que molesta, pero allí está, no la podemos evitar; no obstante, transitamos, evocamos y producimos varias emociones que en cierta medida liberaran tensión y permiten descuadricularnos, ¿ Cómo hacerlo? Desde La Pedagogía como lugar de encuentro con los (as) otros (as), el afecto hacia nuestros estudiantes y compañeros, contribuyendo a mejorar el entorno de las Instituciones Educativas, educando en las competencias ciudadanas y el cuidado de lo público, el lugar donde se vive y se trabaja debe ser amable y limpio; así, es importante reencontrarnos con nuestros compañeros (as) muy interesante abordar la experiencia propuesta por el Dr. Vidal en la cual se demuestra que el cuerpo es nuestro termómetro y la mejor manera de acercarnos a los demás. Excelente práctica la relación cuerpo-pedagogía, hoy cuando lo más importante, parece ser, tomar distancia de los demás y protegernos. Los docentes no debemos temer romper la burbuja de la intimidad y acercarnos un poco, con una mano en el hombro, una caricia en la cabeza, una palabra cálida a nuestros estudiantes. Antes de criticar y regañar, debemos recordar que esas criaturas que están en la escuela necesitan educarse con dignidad y afecto, tal como lo propone Paulo Freyre a través de la Pedagogía de la Esperanza, Pedagogía para los oprimidos, Pedagogía para la Libertad.

De lo anterior se desprende que los (as) maestros (as) debemos cultivar en nuestros estudiantes el sentido de pertenencia de los lugares que habitan, la ciudad, la institución educativa, el hogar, el parque, todos estos espacios permiten nuestra expresión social y cultural; entonces, demos otra mirada y esta ciudad que se ha convertido en un híbrido cultural, que ya no se caracteriza por nada en especial, que la valide en su identidad caleña, ni nos enorgullezca, sino como un espacio en el cual estamos perdidos y el cual es tan público que no nos apropiamos de él; tan distante que no nos interesa; tan concurrida que no ofrece espacios públicos tranquilos. En otras palabras, sólo es un lugar que refleja la clase de personas que ella vivimos.

Debemo los (as) maestros (as) arraigar en la conciencia de nuestros estudiantes que los lugares se parecen a las personas que los habitan, y en el desarrollo de esta idea, cuidar los espacios como cuidamos de nosotros mismos.

Mucho para pensar y reflexionar cuando en el Municipio de Cali se contruye el Plan Decenal de Educación, y en el Plan de Desarrollo se concibe a Santiago de Cali como una “Ciudad Educadora”

3 comentarios:

YILIAN ALZATE SANTA dijo...

bueno profesora a mi parecer el articulo es bastante fuerte, toca realmente la situacion de los caleños, la falta de propiedad con que hemos sido educados la falta de apropiarnos de las cosas, ya que el habitad es una de las cosas que descuidamos; su frace e parece muy acertada la que un lugar no es mas que reflejo de quienes la habitan, asi que los caleños debemos cuidar donde vivimos para asi tener una ciudad bella y mas tranquila; teniendo en cuenta que todo esto tiene un principio y es la educacion desde el hogar hasta el colegio y las universidades

jorge dijo...

El articulo se refiere a la realidad que estamos viviendo en la ciudad, los ricos cada vez son mas ricos y los pobres cada vez con mas pobres y, nadie hace nada para que esto no siga pasando.

Según el texto los docentes tienen el deber de cambiar esa indiferencia que se tiene a la realidad y tomar actitudes como educar con dignidad y afecto a los estudiantes, cultivar en ellos el sentido de pertenencia para que cuiden el habitad en el cual están y hacer de estos mas ricos al igual que enriquecerse ellos mismos por el acto que están desempeñando.

faby castro dijo...

Esta lectura nos muestra la trizte realidad que estamos viviendo en nuestra ciudad,sin embargo todabia tenemos tiempo de que nuestra ciudad sea un buen ejemplo para otras. esto lo podemos lograr poniendolos la mano en el corazon y sintiendo ese sentido de pertenencia.
en parte creo que nuestro profesores deven de impartirnos y de decirnos cuan bella es nuestra ciudad y por lo tanto devemos cuidarla y valorar todo lo que en ella esta.