miércoles, 9 de julio de 2008

Pedagogías específicas para una nueva educación

La Educación es nuestra opción de vida

PEDAGOGÍAS ESPECÍFICAS PARA UNA NUEVA EDUCACIÓN


El trabajo de la “Expedición Pedagógica”, DE Marco Raúl Mejía en su propuesta de recontextualizar la maestro (a) como actor con la posibilidad de desentrañar una cultura en formación, y su búsqueda para que estos actores exploren su propia subjetividad, supone una nueva relación del objeto con el sujeto; una subjetivización del (la ) maestro (a), que se traslada de su posición como reproductor de conocimientos a productor de saberes; a través de la reflexión, recupera su identidad y se convierte en actor (actriz). Se plantea un cambio de paradigma, es decir, de la rigidez de los modelos pedagógicos a la construcción de pedagogías específicas; propone una flexibilización curricular y metodológica a tono con las exigencias de la globalización como modelo económico y político actual. La dinámica intrínseca de las instituciones educativas le permite reconocer sus especificidades; donde el (la) actor (actriz), teniendo como referente el sistema, puede tomar distancia del mismo para reflexionar su práctica educativa, valorarla y convertirla en experiencia; así, participando, él mismo, en esta elaboración, sus experiencias se convierten en “actos de pensamiento” y, en consecuencia, en un producto de saber o de una cultura; la práctica se convierte en experiencia, que, sistematizada a través de la escritura, se transforma en nuevos conocimientos y saberes.

“La conquista de una subjetividad en lo pedagógico y en lo público” ( Marco Raúl Mejía)

En la escuela clásica, el soporte fue el libro; ahora, la tecnología, pero los (as) maestros (as) han confundido los soportes con la pedagogía y han instrumentalizado la técnica y la tecnología. En la enseñanza, los medios audiovisuales se están convirtiendo en objetos de conocimiento, y esta avanzada tecnología le está restando importancia al discurso, al lenguaje, y se está perdiendo el valor comunicativo de la cátedra. Los medios tecnológicos se están convirtiendo en el centro del proceso; esta preponderancia del objeto puede poner en riesgo las intersubjetividades en las aulas de clase.


“La tecnología transforma las relaciones de las personas con el mundo, las cosas, las otras pesonas... Los artefactos tecnológicos son herramientas culturales a través de las cuales el ser humano construye sus representaciones”( Marco Raúl Mejía)

Afecta el uso del computador en las aulas de clase, de manera positiva, el proceso educativo, y lo vuelve más diversificado, complejo y rápido. El traslado de soporte del libro a la tecnología establece una relación de la pedagogía y la tecnología que se debe envolver en un proceso de reflexión permanente.

Debe analizarse la endogenización de la tecnología debe analizarse desde las necesidades e intereses sociales inherentes a cada contexto; desde esta perspectiva, el docente debe apropiarse, entre otros, de “las particularidades de los estudiantes”, pretensión bastante difícil, habida cuenta de la masificación educativa a la que obligan las reformas (Ley 715 de 2001), lo cual implica salir de los modelos pedagógicos o construir un saber propio.

Para utilizar las herramientas tecnológicas se requiere comprender “la capacidad crítica frente al proceso, la reflexión pedagógica autónoma donde se recontextualiza y produce saber, el aprendizaje del proceso y la combinación de textos en sus diferentes versiones”; aspectos que sugieren una nueva forma de lectura y de operaciones intelectuales; en otras palabras, una nueva forma de alfabetizar.

Obliga la relación pedagogía – tecnología a reconocer su propia relación con la ética y la sociedad, la instrumentalización de la tecnología por parte del (la) maestro (a) ha desconocido el hecho tecnológico como un producto del trabajo del ser humano y, en consecuencia, pieza importante de la cultura.

El traslado del hecho educativo del (la) maestro (a) reproductor de conocimientos al
(la) maestro (a) productor de saber puede ser un buen camino para tratar de comprender el hecho tecnológico; en esta comprensión forma parte del análisis otro tópico de la tecnología: lo digital, la imagen; la imagen como portadora de significantes y significados, magnificada por la necesidad de inmediatez y celeridad impuestas por la globalización.A través de la relevancia de la imagen, el discurso y el lenguaje se pierden en ella, hasta el punto que Giovanni Sartori expresa que el mundo de la imagen cercena la capacidad de abstracción, y que tarde o temprano se tendrá que volver al texto escrito en búsqueda del pensamiento. (“Homo Videns”). La imagen como símbolo de una nueva cultura y nueva función ideológica se convierte en otro soporte para la educación en búsqueda de la multiperspectividad, “ligar todo con todo (el hipertexto) como otra forma para la lectura y para insertarse en la realidad” (M.Mejía)

Se constituye la adherencia del (la) maestro (a) a la rigidez de los modelos pedagógicos en una negación de sí mismo y de su propia subjetividad, esquema del cual puede emerger validando su experiencia como una forma para recuperar su autonomía y convertirse en productor de saber.

Ante la globalización como fenómeno mundial que impone criterios de eficiencia y creatividad en la escuela, además de la relevancia del mundo tecnológico, la escuela debe plantear una nueva actitud frente a la tecnología, aprender a leer los medios electrónicos e informáticos con sus significados ocultos; debe plantearse, desde la ética y el desarrollo humano, el hecho tecnológico como producto de la cultura y no sólo desde su instrumentalización. El Gobierno debe propiciar el acceso popular a la tecnología; no hacerlo, se constituye en una forma grave de analfabetismo tecnológico que nos deja en la puerta de atrás del mundo con la natural consecuencia de crecimiento de la pobreza. La tecnología debe leerse desde sus paradigmas, y el (la) maestro (a) no debe asumirla desde un panorama reduccionista, sino reflexivo; su práctica no debe estar orientada hacia el “saber hacer” o saber utilizar estos medios, sino hacia los cuestionamientos que revitalicen su experiencia educativa, preguntarse el por qué y el para qué de la tecnología.

Debe el docente también replantear la pretensión de universalidad conceptual y la posibilidad de trasladar las reflexiones pedagógicas hacia lo local, toma relevancia el contexto. Y esta perspectiva es fuente de ubicación para la investigación, que el rescate de la subjetividad del (la) maestro (a), su práctica educativa convertida en experiencia y ésta, a su vez, en nuevo conocimiento a través de la escritura, son criterios importantes para insertarlos en la investigación.

Es la aproximación conceptual que hace Marco Raúl Mejía hacia una posible “cultura en formación “ en la cual podemos participar los (as) maestros (as) pertinente en una investigación sobre “Opinión Pública”, dado que la opinión pública en nuestro país es dirigida por los medios de comunicación al servicio de las élites, y el pueblo no accede a filtros que le permitan cuestionarse y ejercer una participación ciudadana consciente y, en consecuencia, no participa en la formación de la cultura porque la cultura también está siendo “teledirida”, en términos de Sartori. Continúa la pertinencia intelectual de los aportes de Marco Raúl Mejía, cuando plantea: “El Movimiento Pedagógico somete a interrogación un conjunto de problemas que tienen que ver con el saber, la cultura y lo público, cuya característica fundamental es la pregunta que el maestro se hace por sí mismo”. Retomar la importancia del maestro como ciudadano y partícipe en la construcción de lo público, rescatar la subjetividad y su identidad, es tema obligado en la elaboración de los proyectos de investigación educativa.

Para terminar los ejes temáticos propuestos plantean, entre otras, las siguientes implicaciones y transformaciones en el (la) maestro (a) y el proceso educativo:

1. El (la) maestro (a) debe reconocer las nuevas formas de escritura y de lectura mediatizadas por las tecnología: los Hipertextos.

El (la) maestro (a), a través de su experiencia, puede liberarse de los modelos pedagógicos rígidos y construir pedagogías específicas desde las necesidades sociales de su contexto: de maestro (a) reproductor (a) de conocimientos a productores de saber.

La tecnología es producto del trabajo del ser humano y debe comprenderse como parte de la cultura.

El (la) maestro(a) no debe instrumentalizar la tecnología; ésta es un producto cultural con su discurso oculto.

Y en cuanto al currículo:

El acceso a la tecnología no debe ser excluyente, pues no acceder a ella es una nueva forma de deprivación cultural.

El (la) maestro (a) debe reconocer la multiculturalidad , los procesos comunicativos y tecnológicos propios de la globalización.

3. Debe plantearse “la ética” en su hacer como una “corresponsabilidad por el bien común”, y la pedagogía, como la “concreción del entendimiento de lo educativo”; establecer la relación tecnología-pedagogía, reflexionar por los intereses técnicos, políticos y teóricos desde donde se construyen.


4. Los encuentros de docentes “Expedición Pedagógica” deben promoverse; se constituyen en espacios para reconocer las intersubjetividad y la multiperspectividad para construir una nueva forma de la relación teoria-práctica, donde haya flexibilidad, y se cuestione que el currículo, dado la velocidad del cambio en los conocimientos y la información, debe estar abierto a la transformación permanente.

5. El (la) maestro (a) no es el centro del proceso; la posibilidad que tienen los estudiantes de acceder a toda clase de información a través de internet y otros medios obliga al maestro a ejercer una verdadera “mediación cultural”

6. Debe abordar el hecho tecnológico desde las preguntas por lo ético, histórico, contextual, social y político y comprender la transversalidad entre tecnología , educación y trabajo.

7. La tecnología transforma la práctica educativa.

8. El (la) maestro (a) requiere de una formación permanente e integral; además, debe actualizarse y saber de tecnología y sistemas.

9. No debe resistirse a los cambios; debe asimilarlos y tomarlos como posibilidades de investigación educativa.

10. No debe negarse a sí mismo ni su subjetividad, cuadriculándose en modelos pedagógicos que, a fuerza de repetición, ya nada le dicen.

1 comentario:

maryory dijo...

Estoy de acuerdo, en la parte que dice que los maestros han dejado de ser catedráticos, dado a que se han implementado nuevas tecnologías y exigencias por parte de los estudiantes.
Creo que estos medios o nuevas tecnologías han sido creados para que el proceso de aprendizaje sea mas profundo y por lo tanto, los maestros deben actualizar su currículo.
Actualmente se habla de procesos de globalización, manejar el mismo idioma en todo el mundo, por eso la tecnología y muchas cosas están cambiando. Ahora si se puede mezclar tanto la teoría como práctica en las universidades seria maravilloso porque así no tendríamos que apretarnos los cinturones para estudiar y adquirir experiencia al mismo tiempo (trabajar), pienso que es muy duro.