¡lOh Literatura siempre te amo!

¿Qué es la Literatura de la cotidianidad?
Es una lectura comprensiva del “mundo de la vida”
Luz Dary Echeverry Serrato

Pretender caminar por el sendero de la escritura, sin apropiarse de algunos saberes que los grandes han elaborado para nosotros, es pedantería. Naturalmente, que a los escritores exitosos se les hace una pregunta obligada ¿Quiénes han sido sus maestros? Ellos responden: Los grandes (Tolstoi, Dostoviestki, Kafka, -ahora hablarán de Sandor Márai-, Cervantes, Shakespeare, Flaubert ,Poe, Mann; Rulfo. Carpentier, Borges, Benedetti; Los contemporáneos; García Márquez… son innumerables). Y desde allí, desarrollan una Cátedra de Literatura Universal, algunos empezarán por donde es: El Popol Vuh, Ruy Díaz de Vivar. Pero hablar o escribir sobre ellos, es abarcar demasiado, porque somos selectivos para la lectura y estamos permeados por todos aquellos que en algún momento fueron luz en nuestras vidas (Un libro es la manera que Dios escoge para hablarnos y Los libros son como la gente nos llegan cuando más los necesitamos)* Y con seguridad, la mayoría de los escritores han transitado las páginas de los sabios. Aquellos, que tal vez no lo hicieron, y aún así, son reconocidos por la crítica; pues se me ocurren dos respuestas: la primera, son ávidos lectores sobre cualquier tema; la segunda, tienen fluidez, el don natural o “la bendición de los dioses”
Sin embargo, los últimos no ocuparán espacio en estas páginas. Además de “pararse en los hombros de los grandes” para ejercitarse en la escritura, es necesaria la formación en el arte de preguntar: La filosofía, ese es un lugar al cual de una manera u otra, todos llegamos. Caminar sobre las letras, puede ser un deseo, un sueño o una realidad; depende del por qué se hace; Los que de manera definitiva escogen la Escritura de la mano de la Lectura (es una pareja inseparable) como opción de vida, son escritores profesionales o vaciados. Otros, caminan por ratos, hacen pausas y tienen otras profesiones. Para otros, es una pasión a la cual dan rienda suelta en los pocos espacios que sus ritmos propios de vida les permita.
La filosofía es una ciencia social, un conocimiento al cual sólo los privilegiados que han podido acceder a la educación o son disciplinados autodidactas han tenido oportunidad de acariciar un poco; Platón, Aristóteles, Epicuro, Demóstenes, Sócrates, Kant; inclusive: Savater, filósofo censurado (derecha), intenta de manera fluida poner la filosofía, al alcance de quienes no somos filósofos.
Entregarse a una pasión tiene sus riesgos, la escritura no se salva de estos; cuando una persona decide asumir este reto, debe tener claras por lo menos algunas preguntas y sendas respuestas.
Desde el lugar que ocupo estos son mis contextos y devenires:
La Educación es mi opción de vida; la Literatura en todas sus expresiones: leída, escrita, contada, cantada o dramatizada es mi pasión.
*Son dos frases muy profundas, desafortunadamente olvidé los autores.
Para realizar mi proyecto de vida, con esfuerzo, dedicación y mucho apoyo he logrado acceder a la educación y el día de hoy, ese es mi ambiente natural.
La mejor acepción de Desarrollo Humano, que he adaptado a mi sentir es “cultivarse a sí mismo” y la manera cómo lo hago es a través de la lectura, la escritura, la enseñanza y ¿por que no? La protesta.
El Escritor tiene una responsabilidad social, vive un momento histórico que debe registrar, aportar a la construcción de ciudadanía desde el lugar que ocupa, promover el desarrollo humano de sus lectores. Entregar las letras que descargó sobre el papel, con sensibilidad, estética y lucidez, desde su propio estilo.
Al abrirse las puertas de la Educación he disfrutado y a veces, padecido, saberes complejos; “El aprendizaje es doloroso” Peter Senge. No obstante, considero que el Escritor, debe ser un discípulo constante, por lo menos, de una teoría filosófica.
En este caso, después de leer hasta a Savater, escogí un Maestro, porque su teoría, es incluyente, clásica, actual, sencilla y a la vez compleja; a pesar, de la profundidad y cercanía de Habermas con la palabra; el filósofo con el cual me identifico y vive en mí es Edmund Hurssel, la Fenomenología: “El mundo de la vida”. Letras a las cuales accedí en un templo del saber; que me dio espacio para escribir un ensayo publicado El mundo de la vida en el contexto colombiano (La pedagogía, el derecho a disentir. Pág. 81-87). (2007)
…El mundo de la vida se constituye en la manera como se reconoce el sujeto a sí mismo en el mundo y en los objetos que en el se encuentran. Es la forma como se representan la realidad y como participa en las “vivencias” cotidianas; la perspectiva caleidoscópica como se interpretan hechos, imágenes, lenguajes, sentidos, etc. Es el encuentro, convergencias y divergencias de muchos sujetos frente a la realidad. La vivencia de ese contexto.
Para el caso, la aplicación del concepto “mundo de la vida” en nuestra realidad. En la búsqueda de la autonomía, la autorresponsabilidad, el diálogo, la participación, el derecho al consenso y al disenso, palabras claves para la convivencia, la democracia y la desgastada paz en nuestro país.
…En nuestro país la participación y el disenso cobran vidas a diario; las diferencias comunicativas e ideológicas son castigadas con la muerte; acciones propias de una cultura violenta, donde los conflictos armados, la misma violencia doméstica y callejera son legitimados cotidianamente por los medios de comunicación.
En este sentido, en la lectura del mundo de la vida no juegan las intersubjetividades, pues, además de los comportamientos y las modas, la “doxa” (la opinión), tienden a estandarizarse; de tal manera que las minorías, con algún criterio propio, tienen pocas oportunidades para socializar sus disensos; con mayor razón en este momento, cuando el estamento de poder es autoritario y cualquier divergencia, dada “la conmoción interior”, puede ser interpretada como “rebelión”.
“Qué el filósofo vuelva a ser un funcionario de la humanidad” (Hurssel)
Escasas son las personas que pueden acceder a estos mediadores, a la filosofía y a conceptos como “fenomenología”, que suenan bastante extraños a nuestros interlocutores; a pesar de que su esencia sea “la búsqueda de una nueva interioridad de vida y de espiritualidad y su reconocimiento de la inmortalidad del espíritu”, que, aun liberado del estuche que lo alberga, sobrevive en su historicidad; conduce a partir del mundo de la vida “para comprender la construcción social de la realidad; su tema es el mundo como horizonte, pluralidad y diversidad, contexto universal de sentido y fuente inagotable de orientación y validación de nuestras aserciones” Hurssel.
La internalización del concepto “Fenomenología” sería una luz para reflexionar nuestro contexto a través de la intencionalidad, la intuición categorial y el a priori, es un llamado a tomar conciencia acerca de sí mismo, de sus experiencias, de los demás y de la realidad, entre otros; apropiarse del lenguaje con toda la implicación social per se de la “acción comunicativa”, para ver lo que otros no perciben, una señal para que los otros en uso de su alteridad expresen aquello desconocido por la persona, en su contexto. La fenomenología se convierte, así, en la carta de navegación que nos alerta y nos invita a descubrir la intencionalidad y el a priori en los otros, bien sean ellos sujetos o instancias de poder (medios); además, estudiarla en profundidad nos seduce a desarrollar nuestra intuición categorial, a conciliar la sensibilidad y los conceptos.
A través del método fenomenológico como investigación genérica, la evidencia, la razón, la subjetividad, la historia, la doxa, la conciencia, las vivencias y la verdad relativa, se avizoran otras direcciones para percibir la realidad y tomar distancia del absolutismo de la razón monológica.
Escribe el Maestro: “La fuerza de la filosofía que determina el sentido de la vida y puede ser definitiva para los fines superiores de la vida personal y debe serlo…Lo trágico de la ciencia positiva, dispersión de especializaciones y expertocracia…tecnificarse sin clarificación de sentido, sin filosofía, es decadencia. No se puede separar la condición humana de la vida misma con responsabilidad propia, ni se puede separar la responsabilidad científica de la totalidad de las responsabilidades de la vida humana en general”. Nos invita a “descubrir el mundo como realidad universal y por el reconocimiento de la perspectividad y relatividad de cada cultura, de cada época histórica, cada grupo social y de cada individuo con respecto al mundo; además, la nueva actitud del hombre con respecto a su mundo circundante debe ser motivada por un interés crítico de los intereses inmediatos…La positivización de las ciencias sociales es la causa de la crisis de la humanidad” Hurssel.
Desde esa propuesta de Hurssel, escribo; puede ser pretencioso, tal vez, sí, arrogante; aceptar apropiarme de, unas frases escritas por aquellos que me han honrado con la lectura de algunos de mis textos, “escritora de la cotidianidad”; me gustó cuando escuché y leí que así me describieron. Esa era la idea.
En la cotidianidad, las vivencias, los contextos, a veces las desgarradoras realidades, trato de jugar también con los imaginarios, con la fantasía. Creo que la ordinariez puede tener su encanto, y sí se quiere, también es una vía para asomarse a situaciones pintorescas, lúdicas; porque la palabra también puede ser un juego con el que nos podemos divertir e inducir al lector, que nos hace el favor de regalarnos su tiempo, aunque sea a un esbozo de sonrisa. Desde la cotidianidad se aprende, se vive, se educa y se puede motivar a leer.
La lingüística tiene muchas hijas, a veces las reconozco, las distingo; doy algunas clases acerca de ellas; me atrae de manera especial la Semántica; me preocupa la ortografía, tengo algunas dificultades con la puntuación, parece que un escritor que me encanta(favorito) tiene ese problema y por esa razón, a pesar de su prolífica obra, cada año me quedaré esperando su nobel; la sintaxis, es de respetar; la Normativa no me obsesiona, porque siendo Maestra, me la pasaría corrigiendo hasta a los amigos y no se siente bien. Todas las hijas de la Lingüística las puedo reconciliar en mi Escritura Creativa, para eso están los Mediadores del Saber del Lenguaje: Los correctores gramaticales. Sí en el acto pasional de escribir, por ejemplo, un cuento; Llamará a la madre del lenguaje con todas sus hijas; “el cuento saldría de patitas para la canasta de la basura”.
La Literatura, la escritura y la lectura se constituyen para mí en una oportunidad para lograr mi Desarrollo Humano, cultivarme y sembrar algo de humanidad, en los otros, echar, como dijo Teresa de Calcuta “una gota de agua en el mar”. ACHÉ.*
Luz Dary Echeverry Serrato.
Cali, Julio de 2010.





*Expresión lingüística africana, utilizada en todos los lugares del mundo por los afrodescendientes, que conocen su cultura y se reconocen a sí mismos como tales, que significa: Amén.