ENTREVISTA

ENTREVISTA A LA ESCRITORA LUZ DARY ECHEVERRY SERRATO. Por JULIO CÉSAR LONDOÑO.
Compañeros les comparto copia de la entrevista que el Maestro Julio César Londoño me hizo, como muestra de su alegría por ser pupila del taller y por haber vendido a la fecha 10.000 ejemplares de mi libro Déjame contArte. Gracias por leerla.
La escritora colombiana Luz Dary Echeverry Serrato, es docente en una Institución Educativa Oficial y en una Universidad de la ciudad de Cali. Ante el éxito de su obra literaria Déjame contArte ¡la vida en un cuento!, diferentes medios de comunicación, incluyendo, literarios como NTC, han tratado de contactarla para entrevistarla y ha sido imposible.
Sin embargo, la escritora accedió a esta entrevista, como deferencia con el entrevistador por ser su Maestro de Literatura.
JCL: ¿Cuáles son las temáticas que proponen sus cuentos en la obra Déjame contArte?
LDES: Como su nombre lo indica se trata de recorrer la vida, los contextos colombianos, siempre con una mirada de esperanza y nobleza de parte de los protagonistas.
JCL: ¿Desde cuándo siente inclinación por la literatura: Lectura y escritura?
Desde que aprendí a leer, es decir, aquello de las sílabas y todo ese cuento de papá ama a mamá, y/o papá ama a la niña, y al señor lo conocí cuando ya había crecido. En la escuela me evadía de de clases para terminar alguna lectura o concluir una historia.
JCL. ¿Alguna persona influyó en usted como escritora?
LDES: Por supuesto, además de los escritores; los que aún existen, los maestros, y en particular, la docente de Español y Literatura del bachillerato, ahora, educación básica y media, Lic. TERESA BETANCOURT, quien siempre me animó y me dijo que continuara el camino de la Literatura, porque, según ella, lo hacia bien.
JCL: En el taller de Escritura Creativa RENATA, que dirijo en la ciudad de Cali, se les formulan tres preguntas fundamentales a los escritores, ¿está dispuesta a responderlas?
LDES. Sí. Por supuesto.
JCL: ¿Qué recomendación le haría usted a las personas que desean escribir?
LDES: Estoy totalmente de acuerdo, con los escritores que recomiendan leer los clásicos. No obstante, como no estoy en ese pódium, y en esta entrevista ni tarima hay, les diría, como una persona muy terrenal e imperfecta, que lean hasta porquerías y escriban hasta pendejadas. Qué todo es susceptible de convertirse en un cuento, en un ensayo, crónica y hasta en una novela.
JCL: ¿Cuál es su disciplina para escribir?
LDES: Déjame contArte, que soy madre de dos hijas adolescentes, hija única, mi madre vive con nosotros, tengo un esposo, dos trabajos, una perrita y dos gatos. Ó sea que para escribir, le robo tiempo a todo y hasta a mis descansos. De noche hasta muy tarde, cada vez que puedo, leo y escribo.
JCL: ¿Cuál es su inspiración para escribir?
LDES: A la musa no la conozco personalmente, me inspiro a través de la observación, leo la vida, la realidad, la gente; después le agrego un poco de imaginación y allí en medio de cualquier página, a veces trato de soltar una frase bonita o una figura literaria.
JCL. ¿Por qué cree usted, que se haya agotado la primera edición de su libro Déjame contArte y se hayan vendido hasta ahora 10.000 ejemplares?
LDES: Porque conservo mi esencia, primero, como mujer; luego como madre, maestra y ciudadana. Le escribo a la gente en un lenguaje claro, al cual puede acceder todo tipo de lector, con mayor razón, en este tiempo, que no alcanza para andar con un diccionario en la mano.
JCL: ¿Qué libro recomendaría leer?
LDES: Proyecto piel, está fuera de toda discusión, recomiendo: El infinito en la palma de la mano, de Gioconda Belli, el por qué, lo encontrará cada lector.
JCL: ¿Cuál es su escritor favorito?
LDES. Me gusta la imperfección de Mario Vargas Llosa, sus dificultades de puntuación, su estilo ecléctico: simple y a la vez, profundo. Leo a Vargas Llosa desde muy joven, y desde entonces he seguido su crecimiento como autor; la cual se manifiesta de manera clara en Conversación en la Catedral; La fiesta del chivo, La guerra del fin del mundo. Y en especial, en Travesuras de la niña mala, obra en la cual es evidente que con la madurez de su edad, cambió completamente su visión acerca de la mujer. En este libro, por fin, Mario se reivindicó con nosotras.
Nos despedimos de manera cordial, sonó el timbre, la profesora recogió su almuerzo, libros, evaluaciones, listas y hasta las preocupaciones y se fue a dictar su clase.
La entrevista ocurrió en el imaginario de la autora.
Cali, junio de 2010.